¿como se hizo la foto?, Historia de una fotografía

Gineta (Genetta genetta)
El salto de la gineta
¿Quién no ha visto alguna vez una fotografía similar a esta, seguramente mucho mejor, y no ha quedado maravillado por la belleza del animal, su agilidad y su salto espectacular? Yo, personalmente he visto algunas, y en todas las ocasiones me ha llenado un sentimiento de admiración por la belleza de la imagen y también hacia la maestría y dedicación de la persona que ha conseguido captarla. Como fotógrafo aficionado a la fotografía de naturaleza, el intento de realizar este tipo de fotografías supone todo un reto y una enorme ilusión.
Toda fotografía tiene una historia detrás y esta no es una excepción. En esta ocasión, yo estaba ocupado en otras cosas relacionadas con la fotografía de aves, y sin buscarla, se me presento la posibilidad de intentar conseguir esta foto. Tras muchos años como aficionado a la fotografía de naturaleza uno adquiere una serie de conocimientos y materiales fotográficos que le permiten abordar estos retos con ciertas garantías de éxito. Solo necesitamos que se nos presente la ocasión propicia. En esta ocasión yo fui el afortunado y con mucha ilusión me puse manos a la obra.
Curiosidad y un poco de suerte
Habitualmente uso cámaras de fototrampeo para el control de las especies de aves que acuden a unos comederos y bebederos que destino a la fotografía de estos animales. Durante un tiempo, gracias a estas cámaras, pude observar que, durante el día y también por la noche, acudían mamíferos a curiosear o atraídos por los restos de comida. Entre otros, prácticamente todas las noches, acudían un par de Ginetas. Casualmente, el terreno en el que están situados los comederos linda con el cauce de un rio. Surgió en mi cabeza la idea y no tardé mucho en colocar una cámara de fototrampeo apuntando al cauce en el punto más propicio para su vadeo y crucé los dedos esperando que fuese por allí, por donde acudían cada noche las ginetas.
A las pocas noches de comenzar a controlar el cauce, pude comprobar que las ginetas atravesaban el río, justo por el punto por el que yo suponía que lo hacían, además, gracias a los vídeos de la cámara de fototrampeo, pude observar el recorrido que, saltando de piedra en piedra, realizaban para cruzar el rio. No les gusta mojarse para cruzar el río y lo hacen saltando de este modo si el nivel del agua del rio lo permite.
Planificación de la fotografía
Una vez conocido el recorrido, hay que pensar la disposición de los elementos necesarios para realizar el intento de obtención de la fotografía, que de momento solo está en nuestra cabeza y que deseamos acabe reflejada en el sensor de nuestra cámara. En este punto, casi con toda seguridad, cada persona realizara un montaje distinto según el resultado final deseado, que depende de si desea fotografiar al animal parado sobre una piedra, bebiendo, saltando visto de frente, saltando visto desde abajo, saltando visto de lado, etc.
En mi caso, como ya he comentado, decido realizar una fotografía con el animal en pleno salto. Sitúaré la cámara apuntando perpendicularmente a la trayectoria del salto del animal e incluiré en el encuadre tanto el punto de partida como el de aterrizaje del animal durante el salto. Configuraré el disparo en ráfaga, lo más rápida posible y que a la vez permita el reciclaje de los flashes, de forma que cada uno de los disparos de la ráfaga quede correctamente iluminado. Pretendo así obtener una secuencia de todo el vuelo del animal durante el salto.
Una vez planificada la foto que deseamos, pasamos a decidir la disposición de todos los elementos que nos ayudarán a conseguirla. Barrera, Cámara y Flashes.
Situando la cámara
Una vez que tengo localizado el salto, lo primero es decidir donde colocar la cámara. Para esto, hay que tener en cuenta varios aspectos. Un aspecto muy importante, crucial diría yo, es que estoy realizando la fotografía en un medio natural salvaje, no en un escenario montado por mi mismo y donde yo distribuyo los elementos según mi antojo. En este caso tengo multitud de elementos naturales en la escena, algunos me vienen bien para que salgan en ella, muchos otros me son indiferentes y otros que me gustaría que no saliesen por diferentes razones. Esto es importante tenerlo en cuenta antes de realizar todo el montaje, si no pensamos en ello, corremos el riesgo de que después de todo el trabajo de montaje de todos los elementos, tengamos que modificarlo todo porque, por ejemplo, sale en la fotografía una piedra de media tonelada nos que estropea la foto.
También hay que tener en cuenta que, en este caso, la foto se realizará de noche y la luz provendrá de los flashes. Tenemos que tener cuidado con los elementos que queremos iluminar y los que no.
Otro aspecto es la orografía del terreno, posiblemente tendremos problemas para situar el equipo o alguno de sus elementos. En mi caso, me veo obligado a situar la cámara sobre un trípode dentro del rio, a una cierta distancia rio arriba, donde la profundidad del cauce me lo permite, teniendo en cuenta la dirección del salto y orientando bien la cámara para evitar un elemento del fondo cercano que no quiero que aparezca en la fotografía. Prefiero que la mayor parte del fondo aparezca en la más completa oscuridad, afortunadamente el resto del fondo esta a una cierta distancia.

Equipo sobre el trípode y protegido contra la lluvia y las salpicaduras (Foto con teléfono móvil)
No recomiendo hacer esto si no se cuenta con un buen trípode. El trípode tiene que ser sólido y pesado, además de inoxidable. En mi caso, para mayor seguridad, situé piedras aprisionando los extremos de las patas. También amarré el conjunto con un alambre a una rama alta, en previsión de cualquier accidente, los jabalíes frecuentan este cauce por las noches.
En esta ocasión usé un objetivo zoom 70-200mm f2.8, al ser de focal variable me facilitó la composición de la escena, en un escenario donde la colocación del equipo es bastante problemática. Usé una abertura media para conseguir una buena profundidad de campo. Colocado el enfoque en manual.
La cámara, con el disparo configurado en ráfaga, no a su máxima velocidad, por las razones que comenté anteriormente. Con un ISO relativamente alto para molestar lo mínimo posible (con los flashes) a los animales. El cable de conexión, que va de la barrera de infrarrojos a la cámara, lo configuro para que la reacción y el disparo de la cámara sean lo más rápidos posible, tras la señal que le enviará la barrera. Esta configuración, que equivale a tener presionado constantemente hasta la mitad el botón de disparo de la cámara, supone un aumento del consumo de energía que agota la batería en poco tiempo.
Para aumentar la duración de la batería a toda la noche, conecto una batería externa mediante una batería ficticia. De esta forma puedo aprovechar todos los saltos que los animales hagan durante la noche de la sesión. Protejo también este elemento del agua, con una bolsa de plástico.
Situando los flashes
Para la iluminación he usado dos flashes. El primero lo he colocado trasero con respecto al animal, a una altura de 180 cm. y a la izquierda, en un ángulo aproximado de 30 grados con respecto a la cámara. Con este ilumino al animal desde detrás con la intención de resaltar el contorno de su cuerpo. El segundo, lo sitúo también a la izquierda, fronto-lateral, a unos 45 grados con respecto al animal y a una altura de unos 40 cm sobre el nivel del agua, intentando iluminar más levemente la cara del animal y su lado izquierdo que muestra hacia la cámara.
Configurados para disparo con potencias parciales de 1/16 y 1/32 respectivamente. He puesto en los dos flashes un snoot para intentar concentrar la luz solo en la gineta y su entorno más cercano.
Los flashes están controlados por radiofrecuencia y el disparador está situado en la zapata del flash de la cámara. Al estar esta constantemente alertando a los flashes, estos consumen las baterías más rápidamente y no durarían toda la noche. Por ello, los he modificado para poder conectarles el doble de baterías, de esta forma he conseguido que permanezcan en funcionamiento gran parte de la noche.

Flash trasero fijado en una caña.( Foto con teléfono móvil)
Con la intención de evitar cualquier tipo recelo por parte de los animales, oculto con cinta aislante negra todas las señales luminosas que emiten los flashes.
Situando la barrera de infrarrojos
La situación de la barrera de infrarrojos, que será la que inicie la ráfaga de disparos en cuanto sea cortada por el cuerpo del animal, depende del resultado que queramos obtener. En mi caso, como mi intención es fotografiar al animal en pleno salto, y no quiero asustarlo con los flashes disparándose antes del salto, sitúo la barrera de forma que solo detecte al animal si este ya ha saltado, no antes.
El elemento emisor-receptor, que es el que va conectado a la cámara mediante un cable, lo sitúo en el margen derecho del río. Es el margen más próximo a la cámara y de esta forma evito tener que sobrevolar con el cable todo el cauce del rio. El otro elemento de la barrera, el reflector catadióptrico, lo sitúo en el margen izquierdo del cauce.
Para alinear los dos elementos y poder observar de forma lo más aproximada posible, el camino por el que discurre el haz luz de la barrera, uso un cordel blanco. Lo despliego de un elemento a otro lo más tenso posible. El cordel que señala la trayectoria del haz de luz me ayuda en el posicionar los elementos de la barrera para que solo detecte al animal cuando ya ha saltado. Fijo los elementos de la barrera con soportes tipo abrazadera sobre elementos naturales como cañas o ramas que sean resistentes y estables. Si no los hay, o no están en la posición idónea, esto suele suceder, se tienen que improvisar. En mi caso he tenido que clavar en el suelo un soporte para el elemento emisor-receptor de la barrera.

Elemento catadióptrico de la barrera de infrarrojos (Foto con teléfono móvil)
Reflexiones finales a tener en cuenta
Finalmente quiero hacer unas reflexiones que yo considero útiles y necesarias para este caso y cualquier otro en el que queramos fotografiar fauna. Es muy importante recabar toda la información que podamos sobre la especie que queremos fotografiar, esto nos ayudará a conseguir nuestro objetivo además de ilustrarnos y ayudarnos a conocer su vida y sus costumbres. Conocer es amar y respetar.
También es muy importante no causar daño a los animales que queremos fotografiar, hay que tener paciencia, si finalmente conseguimos la foto, estupendo, si no es así, habrá sido una experiencia que nos enriquecerá como fotógrafos porque habremos aprendido cosas que podremos aplicar en un futuro para volver a intentarlo con este animal o con otros. Con la fauna salvaje hay tener paciencia, no tenemos que caer en la tentación de modificar sus comportamientos a nuestro antojo sin tener en cuenta las consecuencias que esto puede acarrear para ellos.
Para obtener esta fotografía he tenido que realizar mas de diez sesiones, más de diez noches con sus correspondientes madrugones para recoger todo el material que había dejado montado en el rio la tarde anterior. La mayoría de los días con resultados decepcionantes: esta noche no han pasado, han pasado pero, o bien las baterías de los flashes, o bien las de la cámara o todas a la vez se habían agotado, vaya, no había ajustado bien el enfoque, la humedad en las conexiones de los cables hace que la cámara no pare de disparar cuando le da la gana, etc. Pueden pasar mil cosas pero es esto precisamente, lo que nos va a hacer aprender de nuestros errores y progresar en el eterno aprendizaje que nos acompañara durante toda nuestra vida como fotógrafos de naturaleza.
¡¡SUERTE Y BUENAS FOTOS!!